Comercio Local

El oficio de alfarero tiene muchísima historia, y en Santa Maria da nombre a una empresa emblemática dedicada a la cerámica: la Gerreria Serra, también conocida popularmente como Can Cadufa, Sa Teulera o Can Serra. Están al frente cuatro hermanos, la cuarta generación que lleva las riendas del negocio: Miquel, Toni, Pep y Maria. Uno de ellos, Miquel, explica que fue fundada por su bisabuelo Miquel Serra Oliver y su mujer Francisca Roig, aproximadamente hacia 1915. Inicialmente, la actividad principal consistió en elaborar piezas con el torno como jarras, cántaros, cubas, bebederos, arcaduces y barreños, estos últimos muy apreciados para elaborar sobrasada. En la generación siguiente se siguieron fabricando productos muy tradicionales, y además se introdujeron las tejas hechas a mano.

Con la dirección de Miquel Serra Pons se instaló maquinaria y empezaron a producir tejas y ladrillos. Así mismo Margalida Frontera, esposa de Miquel, dio un gran impulso a la tienda gracias a que hizo crecer el número de piezas nuevas que antes era impensable vender, como por ejemplo ánforas, platos de decoración para colgar en las casas y un largo etcétera. A partir de los años 80 del pasado siglo, con la incorporación a las tareas de la fábrica de los hijos de Miquel Serra Pons, se modernizó la maquinaria para ofrecer más calidad y para aumentar la producción que se demandaba en aquellos años.
Con la dirección de Miquel Serra Pons se instaló maquinaria y empezaron a producir tejas y ladrillos. Así mismo Margalida Frontera, esposa de Miquel, dio un gran impulso a la tienda gracias a que hizo crecer el número de piezas nuevas que antes era impensable vender, como por ejemplo ánforas, platos de decoración para colgar en las casas y un largo etcétera. A partir de los años 80 del pasado siglo, con la incorporación a las tareas de la fábrica de los hijos de Miquel Serra Pons, se modernizó la maquinaria para ofrecer más calidad y para aumentar la producción que se demandaba en aquellos años.

A pesar de que hoy en día los hermanos siguen la tradición, ya hace tiempo que también se añadieron nuevos productos gracias a los esmaltes: baldosas para decorar cocinas y barbacoas, lámparas de techo, objetos para la cocina como por ejemplo ensaladeras, saleros, aceiteras, etc., gracias al trabajo y conocimientos de Maria Serra. En definitiva, el abanico de Can Cadufa es diverso, desde la fabricación y venta de macetas, cubos, canales de barro, apliques, siurells, celosías, etc., así como piezas hechas a medida. A partir de 1975, debido a la crisis que sufrió el sector, se añadieron a todos estos productos una pequeña muestra de piezas de decoración de piedra artificial, como por ejemplo copas, artesas y morteros, entre otros.

En el interior de la tienda se conserva un trullo, un elemento antiguo que llama mucho la atención. Es un molino de sangre para moler arcilla, patrimonio singular que a los hermanos Serra Frontera les gustaría poder conservar e incluso promocionar culturalmente en mayor medida. El empedrado que rodea este molino, con señales de las pisadas de los animales de tiro, constata que estamos ante un elemento de lo más excepcional.

gerreriaserra

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